El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció ayer una ofensiva contra los exjefes de las FARC que proclamaron una nueva rebelión armada tras separarse del histórico pacto que pretende poner fin a medio siglo de conflicto.
“Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, declaró el mandatario en la Casa de Nariño, sede de gobierno.
El mandatario conservador ordenó la creación de una “unidad especial” para perseguir a los exguerrilleros que anunciaron, en un video divulgado ayer, un nuevo alzamiento armado que justificaron en la “traición del Estado” al acuerdo de paz de 2016.
Entre los 20 rebeldes que aparecen en las imágenes armados y con carteles de las FARC a sus espaldas, aparecen el exnúmero dos Iván Márquez, Jesús Santrich y Hernán Darío Velásquez (El Paisa), todos requeridos por la justicia colombiana por incumplimientos de lo pactado.
Duque ofreció 3.000 millones de pesos de recompensa (unos $882.000) por cada uno de los veinte hombres y mujeres que aparecen en el video.
“No caigamos en la trampa de quienes hoy pretenden escudarse detrás de falsos ropajes ideológicos para sostener sus andamiajes delictivos”, afirmó.
El presidente aseguró que habló con el opositor Juan Guaidó, líder opositor venezolano, para que capture a los exguerrilleros, que según él se refugian en el país petrolero.
EE.UU. señala a Maduro
Un alto funcionario estadounidense dijo ayer que grupos rebeldes de Colombia, como la guerrilla del ELN y disidentes de la disuelta insurgencia de las FARC, operan en Venezuela con apoyo del gobierno de Nicolás Maduro y son un motivo de “gran preocupación” para Washington.
Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, señaló que las acciones de estos grupos guerrilleros, “profundamente involucrados en el tráfico de drogas”, afectan no sólo la seguridad de la región sino también la de Estados Unidos, y amenazan con aumentar el flujo de migrantes venezolanos a países sudamericanos.